La triste realidad de los perros en La Oliva: abandono social e institucional 

El municipio de La Oliva afronta una encrucijada por el bienestar animal, que encuentra en la Perrera Municipal un claro ejemplo del abandono institucional. «Las instalaciones están saturadas y descuidadas, y no hay políticas de concienciación ciudadana», hablamos con Fuerteventura Dog Rescue.

Fuerteventura Dog Rescue, la asociación que colabora con la gestión de la perrera municipal de La Oliva, tras una década de gestión y lucha, ha iniciado una campaña en Change.org para exigir unas instalaciones y servicios dignos

La Asociación Fuerteventura Dog Rescue, tras más de una década intentando avanzar en el bienestar animal del municipio de La Oliva, asumiendo las obligaciones que debería prestar la administración, ha llegado al punto de desesperación. El colectivo ha iniciado una recogida de firmas en Change.org, a la que ya se han sumado 2206 personas, ante la urgente necesidad de conseguir una perrera digna.

Las instalaciones que reciben a los perros abandonados en La Oliva —el 82% de ellos llega sin chip—, está saturada y descuidada. Urge construir una nueva perrera municipal en condiciones, o ampliar la actual con zona para gatos, espacio de cuarentena y zonas exteriores, donde los perros pueden salir, gastar energía y socializar. Pero el problema tiene un trasfondo. Porque no es sólo la mala gestión, por grave que sea, sino una falta de una conciencia colectiva, de un compromiso firme que debería asumir la sociedad, a todos los niveles, para exigir y garantizar el cuidado y el bienestar de los animales.

El colectivo, que no recibe subvención alguna desde el Ayuntamiento de La Oliva, solo en 2022 tuvo que sufragar 27.000€ de gastos veterinarios. Y fue posible únicamente gracias a las generosas donaciones de la comunidad. Fuerteventura Dog Rescue se encarga también, con voluntarios profesionales, formados y habilitados para ello, de la evaluación y entrenamiento de los animales. «Sin este trabajo, imprescindible para ayudar a muchos de los perros abandonados a superar sus traumas y el estrés asociado al encierro en una jaula, sería imposible la adopción en condiciones de seguridad» explica Fuerteventura Dog Rescue.

La labor del colectivo ha llegado al punto de tener que acarrear garrafas de agua a las instalaciones, porque los frecuentes cortes de agua han dejado a los animales sin acceso a este recurso básico. Bebederos secos y carencias de limpieza, porque el pequeño depósito de la perrera es insuficiente, han provocado una situación desoladora.

“A lo largo de estos últimos años la situación apenas ha mejorado. La Perrera Municipal continúa recibiendo una avalancha de perros sin chip ni vacunas. Las instalaciones son inadecuadas e insuficientes” nos confiesan con tristeza desde la Asociación.

A día de hoy, explica Fuerteventura Dog Rescue, “la Perrera de La Oliva acoge a 22 perros en 17 jaulas. 18 de ellos viven en estos estrechos cubículos, y hay otros 3 en el jardín, una zona sin protección contra el sol ni la lluvia. Y si no fuera por todas esas personas y familias que acogen más perros en sus casas particulares, por las residencias caninas de pago, o por los hogares permanentes que acogen animales ancianos y enfermos, la situación sería mucho peor”.

Además, la inexistencia de una zona de cuarentena ha ocasionado situaciones trágicas en el pasado. «Como hace ocho años, cuando el ingreso de un perro con parvovirus ocasionó la muerte de otros ocho. Lo mismo ocurrió en noviembre del año pasado, cuando un perro con la misma enfermedad contagió a otros cuatro, y dos de ellos murieron».

Por todo ello, este colectivo y las decenas de personas y entidades que colaboran con la causa, demandan una perrera municipal en condiciones, con las dimensiones adecuadas, y los servicios y espacios que los perros abandonados necesitan, y que marca la Ley.

Aunque también, Fuerteventura Dog Rescue lamenta que ni siquiera una nueva perrera solucionaría la problemática por completo, si junto a ello no se implementan las necesarias medidas de control y concienciación por parte de las autoridades. «Si los propietarios de mascotas en La Oliva no cumplen los requisitos obligatorios, como el chip de identificación, la perrera tendrá que afrontar un flujo constante de perros sin dueño, y sin posibilidad de ser ubicados en un nuevo hogar».

Son esenciales las campañas de concienciación, para hacer llegar a la ciudadanía los valores de una tenencia responsable de perros y gatos. Es necesario educar a la gente sobre la importancia que tiene la esterilización, la adopción en lugar de la compra de mascotas, y el respeto hacia los animales en general. Porque solo así, será posible reducir los abandonos y mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas.

Las autoridades han hecho dejación de funciones durante demasiado tiempo, y es el momento de que asuman su responsabilidad. Asociaciones como Fuerteventura Dog Rescue deberían ser un apoyo, y no asumir completamente las competencias del ayuntamiento, como lleva pasando todo ese tiempo.

Fuerteventura Dog Rescue hace un llamamiento a las autoridades, para que actúen de manera inmediata, y también a los habitantes del municipio, para que también hagan suyas estas demandas. “El Ayuntamiento de La Oliva tiene que comprometerse a ampliar las instalaciones de la perrera municipal y a implementar políticas efectivas para el control de la población animal. No podemos seguir permitiendo que los perros sufran en condiciones precarias debido a la falta de recursos y apoyo institucional”.

Los animales de La Oliva no pueden esperar más. El bienestar animal debe ser una prioridad y una realidad en las políticas de la administración pública de La Oliva y Fuerteventura.

Si quieres adoptar o colaborar con Fuerteventura Dog Rescue contacta a través de redes sociales: @Fuerteventura Dog Rescue

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