Edu Blasco nació en San Sebastián hace 24 años. Con cuatro años se desplazó junto a su familia a Fuerteventura. Aprendió a nadar casi al mismo tiempo que a andar. Estudia Derecho y sueña con llegar a la política para conseguir todos los logros posibles para el mundo del deporte. Mientras tanto, suma títulos como ser 26 veces campeón de España absoluto, 43 veces medallista estatal absoluto y 33 récords de España. A nivel internacional, ha obtenido siete medallas de bronce con la Selección Española.
Texto de Eloy Vera
¿Cómo fueron sus inicios en la natación?
Yo llevaba ya tiempo vinculado a ese mundo porque mi abuelo era mundialista de pesca submarina. En mi casa siempre se había hecho deporte de competición. Empecé a nadar muy pequeño. Antes de los dos años ya estaba metido en el agua.
¿Cómo ha sido 2018 para Edu Blasco?
A nivel competitivo muy bien, al igual que 2016 y 2017. Estoy bastante contento. Este 2018 he sido campeón de España por cuarto año consecutivo a nivel absoluto y además he conseguido buenos resultados con la Selección Española. En Subacuática fui séptimo en el Campeonato del Mundo y en Salvamento Deportivo en Australia octavo, pero con la segunda mejor marca del mundo.
También estuvo en el Mundial de Aletas en Belgrado, ¿cómo fue la experiencia?
Bien. Llegué en un momento de forma complicada. Había estado todo el año compitiendo. Hay que recordar que en 2017 se me juntaron tres campeonatos. En junio estaba compitiendo en el Campeonato de Europa de Polonia, a las dos semanas en los Juegos Mundiales y a los dos meses volvía a competir en el Campeonato de Europa de Salvamento.
En 2024 la categoría de Aletas será una modalidad olímpica, ¿se plantea estar en esas Olimpiadas?
Yo creo que no hay que plantearse ese tipo de cosas, quedan muchos años. Tengo que tener los pies en el suelo porque ahí reside la humildad. Voy paso a paso. No es un objetivo para mí. Si acabo mi carrera deportiva sin haber ido a unas Olimpiadas no habrá sido un fracaso.
¿Cómo afronta 2019?
Será complicado. Llevo tres temporadas seguidas prácticamente sin descansar. La Olimpiada hace que las mínimas sean complicadas y se complica todo. y se complica todo. Mi objetivo es volver con las dos selecciones españolas: la de Salvamento y la Subacuática.
¿Cómo consiguió compaginar los estudios de Derecho con ser un deportista de alto nivel?
Es imposible compaginarlo. Lo llevo como puedo. La Universidad de Cantabria me está apoyando.
¿Cómo llega al Salvamento y el Socorrismo?
Desde muy pequeño era buen nadador. Desde pequeño he destacado en deportes de fuerza y en natación. Soy un poco más bajo que un nadador mundialista, pero soy más pesado, más fuerte, peso 100 kilos y mido 1,85 frente al 1,90 de mis compañeros. Soy más fuerte que rápido. Es un deporte que requiere de una implementación pesada dentro del agua. Es como decir que está hecho para mí.
¿Y a la Subacuática?
Eso me viene de mi abuelo materno. El otro día buscando en un baúl de mi abuelo en el garaje, encontré una medalla del año 1968, Campeón de España de las FEDAS y en el 50 aniversario la gané yo. Lo llevo viviendo desde que era pequeño. Para mí esa fundación es especial. Si no lo dejé en su día es por el recuerdo que tenía de mi abuelo. Y menos mal que no lo dejé porque ahora resulta que es olímpico.
¿Qué retos tiene por delante?
Tengo el reto de los medios de comunicación. Todos los deportistas que no somos futbolistas tenemos un problema con el tema de los medios. Estoy intentando romper esa barrera que, compañeros míos olímpicos, no consiguieron romper. El otro reto, al que yo llamo el plan B, es qué voy a hacer después del deporte. Voy a vincular mis estudios al deporte a través de la Marina Mercante y Salvamento Marítimo. Me gustaría también dedicarme a nivel político al deporte. Creo que no se están haciendo las cosas bien. Se ponen muchas excusas y se apela a que no es rentable, pero eso ha de cambiar. Creo que puedo ayudar mucho más a los nadadores y a los deportistas desde dentro que como externo.
¿Cómo ve el apoyo que se da en la isla a los deportistas?
Demencial, pero en todo. Creo que las cosas se están haciendo mal por muchos motivos. Desde políticos que no hacen lo que tienen que hacer, financiación que no llega, hasta la poca implicación social… Creo que la gente en Fuerteventura tiene que tomar conciencia en ese sentido. Hay ciertos aspectos, entre ellos el deporte, que no se están haciendo bien como tener una piscina cerrada. Hemos tenido equipos de atletismo de División de Honor, nadadores que están en el centro de rendimiento y ganando medallas con la Selección Española y estamos todos fuera. Nos preocupamos mucho por el deporte base pero luego no somos capaces de hacer que se quede ninguno aquí cuando somos los principales promotores de la isla.
¿Y cómo ve la cantera?
Posiblemente Fuerteventura sea la isla que más deportistas buenos saca con respecto a su infraestructura y capacidad. Es sorprendente como aquí sin nada podemos tener tanta gente buena fuera en deportes tan dispares como el atletismo o la natación.