ÁRIDO
Muchos conocemos cómo las condiciones climáticas en Fuerteventura pueden ser hostiles, especialmente en los meses de verano, con alta insolación, elevadas temperaturas, vientos alisios, calima… Sin embargo, lejos de nuestro paisaje desértico, la isla posee una biodiversidad muy amplia e interesante.
En este capítulo hablaremos de plantas, pero de aquellas «superhéroes» que son capaces de resistir estas condiciones perfectamente… son muchas, sin embargo, sólo destacaré algunas.
Texto y fotos: Alberto Sarabia Hierro
Desde los pequeños corazoncillos, pasando por los codesos y hasta los taboires de arena con flores amarillas vistosas y tallos leñosos, característicos de zonas arenosas. La acompañan en estas zonas la aulaga, menos conocida durante su floración, con delicadas y efímeras flores amarillas que merecen sentarse a observarlas, además de la distribución perfecta y matemática de sus ramas.
Sus hojas, transformadas totalmente en espinas, son un mecanismo perfecto para evitar la pérdida de agua y poder adaptarse al ambiente árido en el que viven (y además evitar ser comidas por herbívoros como las cabras).
Si bien una de las estrategias consiste en la transformación de hojas en espinas, otras plantas adaptadas a zonas áridas hacen lo opuesto y se hinchan como forma de almacenar el agua. Además posee células especializadas en el control y expulsión de la sal, ya que normalmente se encuentran en zonas próximas a la costa. Es el caso del cosco o la barrilla, con colores verdosos a rojos, ésta última se encuentra rodeada de miles de vesículas con agua que actúan como almacén. Muchas otras plantas más vistosas siguen estas estrategias, como la uva de mar o el tarajal.
En zonas arenosas y arcillosas tanto de costa como de interior destacan el salado, la algahuera y el matomoro común, con colores verdosos, pero que pueden alcanzar tonos púrpuras que, sobre el paisaje volcánico y sobre los marrones de la isla crean un contraste que podría perfectamente ser de otro planeta, digno de contemplar.
La mayoría de estas plantas forman una comunidad denominada «matorral costero». Otra especie que pertenece a esta comunidad es el tomillo de mar que posee flores rosas / púrpuras inferiores a los 3 milímetros situadas en las partes terminales de las ramas. Normalmente la planta no sobrepasa los 10 a 20 cm. Y es que muchas de estas plantas pasan a veces desapercibidas por su tamaño, pero no por su belleza. Como siempre digo, disfrutemos de ellas pero siempre respetándolas y cuidando su entorno.

Aulaga

Lechetrezna

Taboire

Tomillo de mar
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